Cuatro testigos de las nuevas investigaciones coinciden en que los interrogadores insistían en conocer detalles sobre la participación del priista y su jefe de escoltas en la presunta tortura contra Aburto.
Tomado de: Laura Sánchez Ley / Milenio
La Fiscalía General de la República (FGR) indaga a Manlio Fabio Beltrones, político priista, por su presunta participación en el asesinato del candidato presidencial Luis Dolando Colosio Murrieta, acaecido en Tijuana el 23 de marzo de 1994.
Consultados por MILENIO, cuatro testigos y abogados que fueron llamados a declarar aseguran en que las preguntas que les hicieron tendían a conocer a detalle la participación de Beltrones y su jefe de escoltas durante la presentación de Mario Aburto Martínez en las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR) en Tijuana. Aquel día, el asesino confeso de Colosio habría sido torturado fuera de esas instalaciones.
El ex procurador de Derechos Humanos de Baja California, José Luis Pérez Canchola, reiteró que el detenido “estaba golpeado y lo envolvieron en un colchón en estado de inconsciencia”. El primer abogado de Aburto, Xavier Carbajal, aseguró que tiene la impresión de que el interrogatorio “tiene tintes políticos”.
Marco Antonio Macklis, quien fue testigo de asistencia en la PGR el 23 de marzo de 1994, contó que le preguntaron si no los había visto, “y les contesté la verdad: yo no los vi”. El abogado Luis Dugay asegura que “hubo un momento en que traté de intervenir, pero me pararon en seco”.
Los cuatro coinciden que la reiteración de esas preguntas les dejó en claro que los tres interrogadores de la fiscalía están indagando en los detalles de la presunta tortura.
El fantasma que persigue a Beltrones
La supuesta participación de Beltrones es un fantasma que lo persigue desde hace 29 años. Y es que Mario Aburto Martínez ha declarado que el político priista estuvo presente el día que fue detenido y llevado a las instalaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), en Tijuana; para luego trasladarlo a otro inmueble en la zona de Playas de Tijuana, donde habría sido torturado.
Desde entonces, Manlio Fabio ha insistido en que es una mentira, sin embargo, reconoce que sí estuvo en esas instalaciones el 23 de marzo, donde le reclamó a Aburto haber asesinado a su amigo, Luis Donaldo Colosio. Durante casi 30 años ha sido la palabra de uno contra la del otro.
El julio de 2022, la FGR integró un equipo liderado por el bajacaliforniano Abel Galván Gallardo, quien también fue subprocurador contra la delincuencia organizada, para continuar las investigaciones.
Desde el 13 de enero de este año, empezaron a llegar a las instalaciones de la FGR en Tijuana algunas personas que estuvieron presentes en la entonces PGR, durante la detención y el interrogatorio de Mario Aburto Martínez.
“Estaba golpeado, lo envolvieron en un colchón”
El primero de ellos fue el entonces Procurador de Derechos Humanos de Baja California, José Luis Pérez Canchola, una de las pocas personas que aseguró que el día de la detención probablemente Aburto había sido drogado. De hecho lo dejó asentado en la investigación del caso Colosio.
Pérez Canchola testificó durante cuatro horas en la fiscalía, recordando lo que dejó asentado en documentos: Mario Aburto estaba golpeado y lo envolvieron en un colchón en estado de inconsciencia. Recordar detalles 30 años después realmente es cansado, coinciden todos.
Sin embargo, los testigos que se han presentado a declarar, revelaron que parte de las preguntas fueron dirigidas para saber si Beltrones estuvo en las instalaciones y cuál fue su recorrido el día del interrogatorio. También les preguntaron si el jefe de escoltas del priista había estado presente.
Xavier Carbajal fue el primer abogado defensor que representó a Mario Aburto. Aún recuerda que su cliente estaba golpeado. Pero han pasado muchos años y este interrogatorio, dice, aunque estuvo apegado a la legalidad, fue con otro ánimo.
«Sacar información no precisamente sobre lo que atañe que es la supuesta tortura que sufrió Mario Aburto, sino de pretender buscar algo más de carácter político y sacar a flote alguna responsabilidad en algunos funcionarios». Cree que pudiera ser algo similar a lo que está pasando con Murillo Karam y el caso Ayotzinapa.
El litigante estuvo seis horas y media sentado, respondiendo cuestionamientos de ese día. Sin embargo, asegura que durante el interrogatorio de 113 preguntas, insistieron en la presencia de Beltrones.
«A raíz de preguntas les quedó muy claro que en la diligencia no intervinieron los que estamos mencionando (Beltrones), únicamente se les vio afuera de la comandancia de la Federal que fue donde se llevó a cabo la testimonial de Mario Aburto Martínez», explica.
El abogado dice que los funcionarios de la FGR le explicaron que todo se desprende de la queja presentada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la cual señala que Mario Aburto habría sido torturado en las instalaciones de la PGR en Tijuana.
Fueron tres personas las que realizaron exhaustivamente estos nuevos interrogatorios, durante los días miércoles y jueves.
Xavier Carbajal dice que las preguntas más que ir encaminadas al tema de la torturas que sufrió Aburto eran insistentes en los funcionarios priistas que estuvieron presentes en marzo de 1994.
«Me da la impresión que tiene tintes políticos esta situación. Conociendo de antemano los antecedentes del presidente López Obrador, está buscando cómo exhibir las fallas de los gobiernos de antes. Anda rascando la paja del ojo ajeno», dice.
Otro que estuvo presente durante las siete horas de interrogatorio del miércoles a las 10:00 horas, fue Luis Dugay, quien fue abogado defensor de su colega, Xavier Carbajal. Corroboró que durante el interrogatorio estuvieron cuestionando sobre la participación de Beltrones.
Dice que es lamentable que la FGR se preste a cuestiones de carácter mediático y político. Y es que a su cliente lo cuestionaron sobre asuntos que no venían al caso, tales como la participación de Manlio Fabio Beltrones y su jefe de escoltas. “Hubo un momento en que traté de intervenir, pero me pararon en seco”.
“Yo no los vi”
«Es una cuestión mediática, puro escándalo para revivir algo que no tiene razón de ser. El delito como tal de tortura no existía en esa fecha. Ahora, mi representado iba en calidad de testigo, ya me imagino a los acusados: los hicieron carnitas…Y con elecciones en este año y el que entra».
Otro de los abogados que fue llamado a declarar fue Marco Antonio Macklis, quien fue testigo de asistencia en la PGR el 23 de marzo de 1994. Con tono de voz cansada, tras cinco horas de interrogatorio, dice que lógicamente ya no recordaba tantas cosas que sucedieron hace 29 años.
«Algunas cuestiones que preguntaron de ahí que consideré absurdas y obsoletas, como de qué color estaba vestido fulano de tal. Cómo me voy a acordar cómo estaba vestido hace 29 años», dice. Fueron 30 preguntas en total.
Recuerda que también le preguntaron por Beltrones, si lo había visto, si estaba ahí el día del interrogatorio con su jefe de escoltas. “Yo no los conocía”, dice. Él acabó ahí porque el entonces jefe de la delegación, Ochoa Palacios, lo mandó llamar. En ese entonces era vicepresidente del Colegio de Abogados Emilio Rabasa.
«Me preguntaron si no los había visto, y les contesté la verdad: yo no los vi. Una cuestión muy personal, no es una cosa más que de carácter político, no es jurídico, ojalá me equivoque, pero a lo mejor por actos de omisión que hayan ocurrido en aquel entonces quieran fincar alguna responsabilidad a estas alturas. La situación es rara, vienen las elecciones del Estado de México y el parteaguas de las elecciones federales”, considera.
El citatorio de la FGR, el cual forma parte de la averiguación previa 2080/94, señala que la investigación por presuntos actos de tortura contra Aburto empezó en agosto de 1994.
En ese entonces consideraron que no, y que Aburto había caído en incongruencias al formular extemporáneamente la denuncia: «Queda en evidencia la imposibilidad de que hubiera sido drogado para coartar su voluntad». Sin embargo, con el pasar de los años, la CNDH ha dejado en evidencia de que Aburto sí ha sido torturado a lo largo de estos años.